¿Tienes dudas sobre invertir en un potenciómetro para entrenar con tu bicicleta?
De entre los clientes que disfrutan/sufren mis entrenamientos, tengo a unos cuantos ciclistas y todos ellos con un perfil competitivo bien diferente. Desde los que se dedican al ultrafondo tanto en carretera como en montaña hasta los que compiten en ciclocross o cross country mtb pasando por los que hacen cicloturistas o maratones mtb.
La forma como controlamos la intensidad de los entrenamientos es a través de la frecuencia cardíaca y la potencia. Desafortunadamente, por el precio de los potenciómetros y por su coste de mantenimiento, los que regulan su entrenamiento por la potencia son minoría. Pero sin ninguna duda estamos ante el futuro del control de la intensidad del entrenamiento. A continuación os expongo 4 pinceladas sobre el tema porque si me extiendo mucho no vais a llegar al final del artículo:
- El pulsómetro nos da idea de la intensidad del esfuerzo de forma indirecta. Es decir, tenemos una idea de lo que supone la fuerza que aplicamos a los pedales por la respuesta de nuestro corazón si bien esta respuesta está condicionada por diferentes factores que pueden significar diferentes niveles de fuerza por las mismas pulsaciones.
- El pulsómetro nos da idea de la intensidad del esfuerzo con retraso. Es decir, desde que yo empiezo a aplicar la fuerza hasta que me suben las pulsaciones pasa un tiempo y nunca se con exactitud cuándo realmente he empezado la serie o el cambio de ritmo o no.
- El pulsómetro no nos da información significativa cuando estamos realizando entrenamientos de velocidad y fuerza sobre los pedales más cortos de 1′. Como no le damos tiempo suficiente al corazón para subir de pulsaciones, no sabemos a qué intensidad estamos trabajando y tenemos que fiarnos de nuestras sensaciones.
- El pulsómetro tampoco nos da información a la hora de terminar los trabajos más duros e intensos por fallo muscular y debemos regirnos nuevamente por las sensaciones de llegar o no llegar a un determinado nivel de aplicación de fuerza.
- La percepción del esfuerzo no es la misma a igualdad de pulsaciones en llano, en subida o contra el viento y es que para conseguir el mismo valor de pulsaciones en estas diferentes circunstancias estamos aplicando niveles de fuerza diferentes y por tanto entrenando diferente, con el descontrol consecuente.
- Las carreteras y las pistas no son laboratorios y cuesta mucho mantener la intensidad en estas circunstancias usando sólo el pulsómetro.
- El pulsómetro tampoco permite jugar con los trabajos de cadencia y potencia para saber si estamos trabajando correctamente ya que cuanto menos cadencia más cuesta subir pulsaciones pese a estar haciendo un trabajo mayor.
¿Os habéis encontrado mientras entrenabais con alguna de estas situaciones? En caso afirmativo y sin ninguna duda, debéis invertir en un potenciómetro para bicicleta. Desde el primer minuto lo vais a agradecer.