¿Qué clase de deportista eres?

Aplicación práctica del programa WKO4

11 de diciembre de 2018

De forma intuitiva cualquier deportista con un mínimo de experiencia es capaz de determinar, de forma más o menos aproximada, qué clase de deportista es y qué tipo de competiciones le vienen mejor.

En el argot típico de «grupeta» sería aquello que se suele decir que a uno le va mejor subir un puerto «a palos», a ritmo, ser de puertos largos, de muros, ser explosivo o ser rodador.

También correspondería a la elección de ciertas actividades o competiciones en las que uno se siente más cómodo y disfruta más con su rendimiento puesto que se siente más competitivo.

En el ciclismo profesional que vemos por la televisión se traduce en las apariciones y desapariciones del foco mediático en determinadas etapas en función de las características de cada una de ellas. Peter Sagan por ejemplo está siempre presente en etapas llanas o las clásicas de primavera con muros cortos y explosivos pero ni se le ve cuando la etapa discurre por los puertos míticos de los Alpes o los Pirineos.

En triatlón también podemos apreciar estas diferencias entre profesionales. Marcel Zamora por ejemplo, ha sido capaz de ganar en innumerables ocasiones en el Ironman de Niza y el mítico Embrunman y en cambio en Hawaii nunca ha podido adaptarse a las especiales características de la prueba con sus largas rectas llanas con el maldito viento de cara.

En el mundo del trail también podemos apreciar como corredores especialistas en kilómetros verticales no quieren saber nada de maratones ni ultras (caso a parte de Kilian Jornet) puesto que no se sienten capaces de mantener el mismo nivel de rendimiento.

Y así podríamos poner tantos ejemplos como deportes existen.

WKO4. De la intuición a la certeza

Dejando de lado las intuiciones para construir certezas, hace ya bastante tiempo que hay un software que es capaz de analizar los datos de rendimiento para determinar qué clase de deportista eres y, habiendo analizado los requerimientos de un determinado deporte o una competición en concreto, programar el plan de entrenamiento.

Este programa se llama WKO4 y se basa en el trabajo del Dr. Andy Coogan. Para no extenderme demasiado y a riesgo de ofrecer una visión demasiado simplista al respecto, se podría decir que este programa lo que hace básicamente es analizar los archivos de entrenamiento del rango de fechas que determinemos de un deportista, crear una curva de rendimiento y según el trazo que se genere clasificarte en una clase de deportista u otra.

Pero el objetivo no es ofrecerte una fotografía de cómo eres sino que el objetivo último es comparar esta fotografía con los requerimientos de la actividad deportiva en la que compites para tratar, con el trabajo, acercarte lo máximo a ella.

El programa contiene innumerables opciones y gran cantidad de gráficos y posibilidades por los que optar pero, para no complicarlo en exceso, adjunto a continuación el gráfico básico con la información fundamental de un deportista sobre el que trabajaremos.

En este gráfico se puede apreciar que el eje vertical corresponde al valor de rendimiento que usemos (en este caso vatios). Y el eje horizontal a la cantidad de tiempo. La línea roja es la curva de rendimiento del deportista y se construye en base a todos los archivos de entrenamiento que el dispositivo ha registrado durante (en este caso, fijaos en la columna de la derecha) el año 2018.

Para ello registra los picos máximos de rendimiento en función del tiempo, los vuelca en el gráfico y éste los une para crear la línea roja. De aquí que la curva vaya de más a menos, puesto que cuanto más tiempo estemos realizando una determinada actividad física menores valores de rendimiento deportivo seremos capaces de sostener.

Notarás a su vez que alrededor de la línea roja tenemos unas lineas blancas que nos ofrecen una guía de dónde nos situamos respecto la población deportista. No te desmoralices. Es lo que hay. Y con trabajo se puede mejorar.

Curva de rendimiento en WKO4.  ¿Qué clase de deportista eres?

Curva de rendimiento en WKO4. ¿Qué clase de deportista eres?

Certezas o ítems de evaluación

La anterior curva de rendimiento da una imagen global del nivel de rendimiento de un deportista pero es interesante observar también como el programa la descuartiza en los diversos ítems que caracterizarán a un individuo. Estos valores están en la parte superior de forma horizontal después del nombre del deportista y corresponden a:

  • CTL, ATL, TSB y RAMP: Acrónimos en inglés de la carga crónica, la carga aguda, el balance de estrés y la pendiente de la tendencia de la carga crónica de entrenamiento. Estos valores tienen que ver con el gráfico de gestión del rendimiento del que ya he escrito un artículo recientemente. Por tanto, no es motivo del presente artículo y lo pasamos por encima.
  • PMAX: Se refiere a la potencia máxima y corresponde al pico de rendimiento máximo en un período de tiempo extremadamente corto. En concreto, un ciclo de pedal. Corresponde a la vía anaeróbica aláctica en su manifestación más potente.
  • FRC: Se refiere a la capacidad de reserva funcional y es la cantidad de rendimiento por encima de nuestro umbral funcional. Para simplificarlo, si nuestro umbral funcional es el punto de rendimiento por debajo del cual podemos sostener un ejercicio de forma prolongada al ser de carácter aeróbico, la capacidad de reserva funcional sería el rendimiento que podemos añadirle mediante las vías anaeróbicas (alácticas y lácticas).

Los velocistas tienen en el PMAX y el FRC sus mejores armas y sólo el que tenga un mayor valor de PMAX y una mayor capacidad de FRC será el ganador de la contienda. En el extremo más potente nos encontraríamos con los ciclistas de pista y en el menos potente por este orden estarían los ciclistas de ruta especialistas en las llegadas masivas (Kittel y Sagan por ejemplo) y los especialistas en ciclocross o mtb (Van Aert, Van der Poel y Schurter por ejemplo).

  • FTP: Se refiere al archiconocido umbral de potencia funcional y es el valor de rendimiento que podemos sostener de forma más o menos sostenible. En las actividades de resistencia de larga duración es el santo grial y tener un FTP elevado es una de las dos variables principales que nos clasifican en una competición deportiva. Corresponde por tanto, al componente aeróbico de la actividad.
  • TTE: Del inglés Time To Exhaustion es uno de los valores más desconocidos y más infrautilizados pese a la gran importancia en el rendimiento final. Está relacionado con el FTP y es la segunda variable a la que hacía referencia anteriormente para clasificarnos en una competición. Este ítem es el tiempo que podemos sostener el FTP antes que empiece a decaer por causas de la fatiga. Por tanto, tener un FTP elevado es importante pero ser capaz de sostenerlo por más tiempo también. Del resultado de ambas obtendríamos la potencia aeróbica del deportista, que juntamente con el FRC se erigirían fundamentales en aquellas actividades de duración inferior a 2 horas o siendo más prolongadas en el tiempo, se acaban decidiendo en la parte final de la competición. A nivel energético correspondería a la vía glucolítica, siendo de gran importancia el mantenimiento y restauración de los depósitos hepáticos y musculares para el sostenimiento de la intensidad del esfuerzo.

El FTP y el TTE son los valores clave en los jefes de filas de cualquier equipo ciclista de carretera. En combinación con el peso corporal y en consecuencia, con los vatios por kilogramo podrá destacar más en una tipología de prueba u otra, teniendo en cuenta además la contribución del FRC como arma para los ataques puntuales necesarios en determinados momentos de la competición.

Geraint Thomas, a tenor por su rendimiento en el pasado Tour fue el que mejor supo preparar la prueba francesa, con un FTP y un TTE altísimo que, por si fuera poco, no debía emplear hasta casi finalizadas las etapas puesto que sus gregarios disponían también de un FTP y un TTE superior a la mayoría de los participantes de otros equipos.

  • Stamina: Es la medida de resistencia que da idea sobre cómo decae la curva de rendimiento del deportista a medida que el tiempo va pasando. Sería el porcentaje respecto el FTP que es capaz de sostener en esfuerzos prolongados. Se referiría a la capacidad aeróbica de un individuo y aquí sí que no hay secreto. Mucho entrenamiento y tiempo para desarrollar esta capacidad.

Ejemplificándolo deportivamente como antes, la Stamina, juntamente con un elevado FTP y un dilatado TTE, es lo que permite a Patrick Lange sostener los niveles de potencia necesarios para acabar el sector de bicicleta en Kona por encima de los 40 km/h de media. O en el caso del ciclismo de carretera, lo que permitió a Froome arrebatarle la maglia rosa a Yates y reventar a todo el pelotón en una escapada como las de antes en el pasado Giro de Italia. O incluso en lo más extremo del mundo de los pedales, acabar la RAAM a lo Strasser o mi abnegado Javier Iriberri.

Bien, ¿y de qué sirve todo esto?

Conocer las fortalezas propias y las debilidades respecto a los requerimientos de la actividad deportiva a la que nos dediquemos nos permitirá enfocar mejor el entrenamiento.

¿No os pasa justamente, que cuanto peor se os da algo, menos lo trabajáis? ¿Y si resulta que esa debilidad es clave para la próxima competición en la que participaréis? ¿Repetiréis errores del pasado?

Recordad: de locos es esperar resultados diferentes realizando las mismas acciones. Por tanto, analizad vuestras capacidades, comparaos con el perfil de los ganadores y diseñad el entrenamiento para alcanzar ese perfil.