Los peligros de una sobrehidratación
La temporada 2015/2016 llega a su término y curiosamente este año, el problema más generalizado que he tenido que lidiar con mis deportistas (triatletas, ciclistas y trailrunners principalmente) ha sido el calor y consecuentemente, la deshidratación.
De hecho, en artículos anteriores ya había escrito sobre cómo afectaba al rendimiento y qué estrategias debíamos adoptar para adaptarnos mejor a los entornos calurosos.
Cabe destacar que tanto las estrategias de entrenamiento y adaptación previas, como las conductas relacionadas con la reposición de líquidos y sales para recuperar el balance hídrico corporal, resultan imprescindibles para obtener buenos resultados deportivos pero sobretodo para evitar riesgos graves para la salud.
Uno de los problemas al que nos enfrentamos en situaciones extremas de ejercicio físico intenso y ambiente caluroso es la hiponatremia.
Si os fijáis, todas las bebidas isotónicas (energéticas o no) contienen sodio. Los geles también suelen tener esta sal tan importante. Los organizadores de competiciones suelen poner productos salados en sus avituallamientos y este año, en todas las carreras del UTMB había hasta saleros en las mesas de los puntos de asistencia!
Y es que nuestro cuerpo, pierde grandes cantidades de sodio a través del sudor que nos sirve para mantener bajo control nuestra temperatura corporal. Esta pérdida suele ser corregida mediante la rehidratación con las bebidas isotónicas, con píldoras de sales, con alimentos salados (galletas de aperitivo, pretzzels, aceitunas, patatas fritas, cacahuetes fritos,…) entre otras opciones. Esta sal nos permite mantener los niveles de sodio funcionalmente correctos en sangre (entre 135 y 145 mEq/l) y evita las consecuencias derivadas de una caída de su concentración.
Es muy importante entender que si nos pasamos de sal y la cantidad de sodio supera los valores saludables, nuestro cuerpo sufrirá una serie de consecuencias (letargo, irritabilidad, debilidad,…) que obviamente mermarán nuestro rendimiento. Bebiendo agua pura podremos revertir la situación y superar la hipernatremia (justamente lo contrario del tema que nos ocupa). Antes de llegar a una situación potencialmente peligrosa por exceso de sodio, tendremos otros problemas que nos impedirán continuar, con lo que es una situación relativamente grave.
Mucho más grave es lo contrario, de lo que tratamos, la hiponatremia. De hecho, no hace mucho falleció un triatleta en el Ironman de Frankfurt por esta causa. Lo que pasó es sencillo de explicar y es una pena que por falta de conocimientos él mismo se llevó a esta situación irreversible.
Imaginaos: estoy realizando una actividad intensa a pleno calor. Mis pérdidas de agua y sales minerales son elevadas por la sudoración. Intento rehidratarme pero lo hago sólo con agua pura. Este agua baja la concentración de sodio del plasma (pensad en la misma cantidad de sal en un vaso de agua más grande). El cuerpo reacciona sacando agua de este vaso imaginario y la pasa dentro de las células y activa los mecanismos de eliminación por la orina. El resultado: mayor volumen de orina e inflamación de las células. La consecuencia: mayor deshidratación y riesgo de sufrir una intoxicación por exceso de agua que puede conducir a la muerte por un edema cerebral debido al poco espacio de expansión disponible para asimilar este agua en la cavidad craneal.
Por tanto, es MUY IMPORTANTE, compensar las pérdidas de sodio mediante la ingestión de bebidas que contengan esta sal mineral tan importante para nuestra supervivencia y el buen funcionamiento orgánico. A poder ser, estas bebidas deberían tener concentraciones parecidas a los valores fisiológicos de nuestro organismo para facilitar la absorción y no provocar desajustes por incrementos o decrementos súbitos de uno o más componentes.
Por ello es de gran importancia respetar las dosis recomendadas de disolución para las bebidas en polvo o bien comprar ya el preparado disuelto por el propio productor o incluso, tener a disposición productos de origen natural como el agua de coco que cumple con estas condiciones. Beber no sólo será una obligación sino un placer.