¿La presión social perjudica tus entrenamientos?
No dejes que te afecte y disfruta más genuinamente del deporte
Cada lunes lo mismo. Entras en Instagram y deportistas de toda clase cuelgan sus gestas en su muro. Amigos, conocidos, saludados, deportistas profesionales, gente famosa y absolutos desconocidos buscan su momento de gloria en forma de likes e impresiones relativos a lo que han hecho durante el fin de semana. En muchos casos esto se dilata durante la semana, con todos y cada uno de los entrenamientos realizados al lado de frases grandilocuentes sobre el esfuerzo, la superación y los retos conseguidos y por conseguir.
Hasta hace poco tiempo todo era más simple. Uno simplemente tenía que lidiar con la presión personal y como mucho con la de familiares y seres cercanos. Nada más. Ahora la lucha es global y además en inferioridad de condiciones. Y no lo digo porque seamos deportistas amateurs contra deportistas profesionales y figuras mundiales sino porque a nosotros nos vemos las 24 horas del día y a los de las redes los vemos (nos ven) en sus mejores momentos y sólo en esos, y uno puede tender a pensar que eso es lo normal, cuando en realidad es justamente lo contrario.
Piensa sino en julio y agosto. ¿No te da la sensación que todo el mundo está de vacaciones y el único que está currando eres tú? ¿No te parece que todo el mundo hace unas vacaciones maravillosas sin colas, ni aglomeraciones y tu eres el único pringado que se va en coche a pasar calor en un apartamento con muebles de Ikea, caro, sucio y ruidoso? Pues lo mismo pero en el deporte.
Competir con los planes y no en las competiciones
Todo el mundo parece que está entrenando más y mejor que tú. Como eres competitivo, incrementas la cantidad y la calidad de las sesiones, buscas formas para poder compaginar mejor tu tiempo de entrenamiento con tus obligaciones laborales y el tiempo con tu familia e incluso contratas a un entrenador para poder llevarlo todo a cabo. Pero siempre acabas con la misma sensación de insatisfacción. Y es que esto es como el dinero y una mentalidad tóxica hacía él. Nunca tienes suficiente.
Por tanto, evalúa realmente los objetivos deportivos y la idoneidad con tus capacidades físicas, tu historial deportivo y tu disponibilidad y a partir de ahí, prepáralo a conciencia con el tiempo que tú y sólo tú quieras dedicar y olvídate de los demás. No serás ni más ni menos feliz haciendo más o menos tiempo en una carrera. Lo importante es el camino y la meta, no sólo la meta a cualquier precio.
Por ello, debes competir en las competiciones y no con los planes. Cada persona tiene su contexto y en ese contexto debe integrarse el plan de entrenamiento, no a la inversa. Los entrenadores no deberían aplicar recetas sino fórmulas para optimizar al máximo el tiempo disponible para conseguir los resultados esperados reales de su deportista.
Competir con el cuerpo y con el equipamiento
Lo reconozco. Me gustaría estar delgado y ser alto como Jan Frodeno pero mido 20 cm. menos y peso lo mismo que él. Ni el traje blanco inmaculado me queda como a él ni tengo la misma capacidad de rendimiento. ¿Qué le vamos a hacer? Llevar una dieta saludable y equilibrada y practicar actividad física para estar sanos debería ser nuestro objetivo. Los cuerpos perfectos que vemos en fotografías sólo aportan frustración, ansiedad, infelicidad y en casos extremos, los trastornos alimentarios. Sé consciente de ello y no caigas ante esa presión social. Si el traje te queda peor que a Frodeno es lo normal. Él es campeón del mundo y tú no.
Muchos deportistas ya son conscientes de ello y no compiten con el cuerpo pero sí compiten con el equipamiento. Y si tienes dinero ilimitado está bien. Yo también me lo permitiría. Pero lo normal es que no. El problema además, es que la industria deportiva nos hace esclavos del consumo de las novedades que año tras año van sacando al mercado.
Este año la ULTIMATE es la mejor bicicleta de la historia que CANYON ha creado. Pero… ¿no habíamos quedado la temporada pasada que era la del año 2018? ¿O es que era una castaña?
Pues eso, tampoco compitas con el equipamiento. Compra lo que necesites y sucumbe emocionalmente a lo que te apetezca, pero se consciente de ello y no caigas más de lo necesario que te lleva a la insatisfacción permanente pese a tener una SWORKS nueva cada año.
Perderse el gran evento
¿Recuerdas que justamente cuando te ibas de una fiesta era cuando luego te contaban tus amigos que se lo empezaban a pasar bien? ¿Qué casualidad, no? Pues esto pasa ahora pero incrementado y potenciado por organizadores, participantes y compañeros de entrenamiento. Uno quiere vivir esa experiencia a toda costa pese a que no sea ni el momento ni el lugar más idóneo.
No te agobies por ello. Evalúa tu estado de forma, el momento de la temporada, otros objetivos que te hayas planteado e incluso tu economía doméstica y no te dejes influenciar por los medios y lo que te expliquen. No es como lo viven ellos ni como lo explican. Es como lo vives tu y si te pilla en un mal momento por mala planificación, no lo vas a disfrutar.