La importancia del entrenamiento de calidad
Aprovecha al máximo tu tiempo de entrenamiento
Hace ya unos cuantos años que mi libro «Entrenamiento para Ultra Trail» salió a la luz. Mi humilde pretensión con esta aportación bibliográfica era principalmente, hacer entender a muchos corredores de larga distancia, acerca de la importancia del trabajo de calidad frente al trabajo de volumen.
En relación a esto, y si alguna cosa debemos agradecer al maldito virus que copa el protagonismo de telediarios y conversaciones, es que el año pasado sirvió para tomar conciencia más que nunca de la vigencia de este principio de entrenamiento.
La temporada pasada, vista en perspectiva y a grandes trazos, se puede resumir en un período de preparación completo hasta el inicio de las competiciones que, de pronto se vio truncado por un confinamiento domiciliario forzoso.
Durante este período que, supuestamente, debía ser de corta duración, muchos trataron de mantener la forma con trabajos de fuerza y sesiones de calidad en rodillos, cintas de correr y máquinas de cardio que por primera vez en muchos meses lucían orgullosas en redes sociales y conversaciones de whatsapp.
Cuando pudimos volver a salir al aire libre y recuperar las rutinas de entrenamiento habituales, muchos se encontraron que su forma física no sólo no había caído sino que estaban mejor que nunca pese a que la carga de tiempo de entrenamiento había disminuido.
El problema posterior es que a falta de competiciones y ante un horizonte sin objetivos claros, el viejo hábito de entrenar sumando horas volvió a aparecer en muchos deportistas y paradójicamente, el nivel de rendimiento es más bajo ahora después de un verano y otoño con muchas horas acumuladas que después de marzo, abril y mayo entrenando como un hámster.
La conclusión a la que muchos podrían llegar es que hay que volver a los hábitos de entrenamiento del confinamiento para recuperar niveles de rendimiento aunque esto es un error.
Probablemente, verano y otoño hemos hecho muchas horas libres sin entrenamientos de calidad porque básicamente estábamos quemados de series y trabajos intensos para compensar la falta de horas. La mente del ser humano funciona mucho como un péndulo. Si uno lo lleva al extremo, en un momento u otro, se balanceará hacía el otro lado. Y en resumen esto es lo que ha pasado de forma generalizada.
Tomar conciencia de esto es importante para replantearse nuevamente el futuro deportivo de este 2021 (que se antoja menos complicado pero todavía alejado de la normalidad) y los próximos años.
Existe el peligro de haber sucumbido de nuevo al hábito del entrenamiento fácil de volumen que nos deja saciados, tranquilos y contentos pero que se antoja insuficiente si queremos recuperar nivel y volver a disfrutar de las competiciones próximas dando nuestro mejor rendimiento.
Por ello, y ahora que empieza el año con ciertas esperanzas de dorsales para el verano, sería el momento de empezar a pensar en entrenar nuevamente de forma focalizada hacia los requerimientos de la competición que hayamos agendado.
Si todavía no tienes claro qué competiciones serán tus hitos de la temporada, da lo mismo. Piensa que la resistencia es una cualidad física que se trabaja a largo plazo y al igual que el café va fluyendo lentamente cuando lo cargamos en el filtro y hacemos pasar el agua, necesitamos trabajar con tiempo para tener el café listo cuando llegue el momento.
Piensa que los trabajos de calidad te van a permitir recuperar nuevamente tu capacidad de oxidar de forma más eficiente tus reservas de grasas. Esto se traduce en que serás capaz de mantener ritmos o rangos de potencia superiores a bajas intensidades de esfuerzo.
También volverás a recuperar tu potencia aeróbica máxima que de no usarla probablemente haya caído levemente. También recuperarás el nivel de tu umbral anaeróbico. Gracias a ello podrás disfrutar de un rendimiento superior y sostenerlo durante más tiempo, respectivamente.
Por otra parte, los trabajos de fuerza en el gimnasio o los trabajos de potencia específicos sobre la bicicleta o en cuestas corriendo te permitirán recuperar la coordinación neuromuscular y ser más eficiente. Y todo ello, sin ganancia de peso por incremento de la masa muscular. Simplemente por una mejora del «software».
Simple, ¿no? Son sólo 3 cosas resumidas en sendos 3 párrafos. Pero sin programación es ciertamente complicado poder romper con hábitos y organizarnos nuevamente las semanas para recuperar lo perdido y volver a ser el mismo de después del confinamiento pero con la cabeza fresca para competir en las mejores condiciones.