¿Cómo se puede ganar a un individuo con un VO2 máx superior?

9 de mayo de 2016

El VO2 máx, como he explicado en artículos anteriores, corresponde a la potencia aeróbica máxima de nuestro organismo. En las pruebas de esfuerzo con análisis de gases directos se puede determinar con exactitud este valor y por tanto, nos clasifica como en cualquier competición en un orden de mayor a menor.

Sin embargo, esta clasificación no tiene porqué ser pareja a la de cualquier competición. Obviando los condicionantes técnicos que hacen a un deportista más o menos eficiente a la hora de utilizar sus recursos físicos, no sólo el VO2máx condiciona la clasificación final del deportista. Por ello, se puede afirmar con rotundidad que a igualdad de nivel técnico e inferioridad física con un VO2 máx inferior se puede vencer a otro competidor.

El VO2 máx no deja de ser un nivel de rendimiento puntual que se puede sostener durante un período de tiempo limitado (sobre los 10-15 minutos). En competición, y cuanto más larga más importante es, lo que condiciona el rendimiento final ya no es tanto esta velocidad sino la media de velocidad que se puede sostener durante toda la carrera. Es obvio que con valores de VO2 máx más altos tendremos un techo más alto para obtener una media superior pero no sólo de eso se trata.

En la prueba de esfuerzo, a parte del VO2 máx que nos clasifica (y nos desmoraliza en muchos casos) nos dan los valores de intensidad correspondientes a los umbrales aeróbico y anaeróbico. El nivel de intensidad del umbral anaeróbico es en realidad lo que nos permitirá sostener la velocidad media de la carrera. Cuanto más bien entrenado está un deportista, mayor proporción de VO2 podrá aprovechar para sostener su velocidad.

De esta forma, quizás un compañero nuestro de entrenamiento tiene un valor de VO2 máx superior pero quizás sólo puede aprovechar hasta un 80 % de forma sostenible, lo que le da una media para correr en 4’10″/km y nosotros, aún y teniendo un valor inferior, como hacemos un trabajo específico de intensidad bien pautado tenemos nuestro umbral a un 85 % del VO2 máx, lo que nos da para correr a 4’05″/km y de ahí llegar antes a la línea de meta.

De esta conclusión se desprende la gran importancia que tiene estar dotado de una buena genética pero nunca debemos menospreciar el trabajo diario en los entrenamientos, puesto que nos ofrecerán la posibilidad de exprimir nuestro motor.