Muy a menudo tengo consultas de personas que, viviendo en núcleos urbanos de grandes ciudades, alejados de la nieve, han quedado cautivados por las competiciones de skimo y quieren preparar la temporada.
Mi respuesta inicial, teniendo en cuenta que siempre recomiendo la sostenibilidad del entrenamiento, es que se lo saquen de la cabeza. Sin embargo, muchos ya saben del sacrificio económico y personal que conlleva y, pese a ello, insisten en llevarlo a cabo.
Como uno al final tiene voluntad de servicio, accedo a ello por la simple razón que representa un reto profesional el hecho de poder preparar a una persona para pruebas tan exigentes como la Pierra Menta, aún y viviendo en Barcelona (por ejemplo).
Ahora que ya hace bastantes años que lo hago con algunos de mis clientes habituales (y con éxito cabe decir) he podido acumular una serie de pautas que seguro son de utilidad a los que quieran plantearse algo así para este 2020-2021.