Cuando el invierno es como una travesía del desierto
Opciones y alternativas para sacarle mayor provecho
A menudo, cuando el día se va acortando, los días se vuelven más y más fríos, las competiciones de la temporada anterior no son más que recuerdos lejanos y las de la siguiente aún no tienen el poder de sacarnos del letargo motivacional, uno siente cierta depresión emocional y física juntamente con una pérdida de confianza para volver a recuperar la normalidad.
Y es que el invierno, dependiendo de cómo se afronte, puede resultar una verdadera travesía penosa y larga por el desierto de la inactividad competitiva o bien, una oportunidad de mejora, que nos haga mantener el desarrollo físico gracias al entrenamiento cruzado o al trabajo de las debilidades detectadas en la temporada anterior.