Preparación mental básica en las competiciones
El factor psicológico previo a la carrera
Como siempre insisto, la resistencia y las competiciones de resistencia, se basan en factores físicos pero también psicológicos. De la combinación de ambos, es posible que el individuo sostenga una intensidad de esfuerzo durante el mayor tiempo posible o al menos superior a sus rivales y gracias a ello, alcanzar la victoria en la prueba que dispute.
Debido a la pandemia y las dificultades para competir que estamos «sufriendo» durante los últimos tiempos (pongo sufrir entrecomillado, puesto que frente a las personas que han tenido que superar el maldito virus, o han perdido algún familiar, este sufrimiento es de risa) hemos competido poco y mal en general.
Quizás los deportistas profesionales en el Tour han sido los únicos que han podido ciertamente disputar un competición en condiciones relativamente normales pero ni los propios olímpicos (con las gradas vacías de público) han desarrollado su prestación en las mejores condiciones.
Toda la situación vivida pues ha supuesto una alteración de la normalidad y por tanto, del marco mental en que contextualizamos a nivel personal cada competición y el entrenamiento que nos lleva a ella. En este caso y más que nunca por tanto es importante tener en cuenta la parte psicológica y la preparación que debemos hacer para estar en la línea de salida con el convencimiento necesario que nos haga disfrutar. De lo contrario no disfrutaremos y nos estaremos replanteando constantemente el porqué y el para qué de estar sufriendo de esa manera.
Para evitar estas dudas (que me atenazan a mi también, no te pienses que quedo ajeno a ello) mis trucos son los siguientes:
-
Revisar los valores de rendimiento
Ir a mi perfil de TrainingPeaks y revisar la evolución de mis valores de rendimiento es algo habitual para mi antes de una carrera. En el dashboard es posible evaluar y comparar tanto elementos cuantitativos relativos al volumen (horas, kilómetros, metros de desnivel, factor de estrés acumulado,…) como elementos cualitativos (ritmo, velocidad, swolf, ritmo de ascenso,…).
Para la parte mental lo más importante no es sólo ver cómo estamos ahora sino que el verdadero valor es compararlo con otros momentos de nuestro pasado en que competimos con un buen resultado. Antes de hacerlo tenemos que tener en cuenta dos cosas:
- Siempre idealizamos tiempos pasados en que siempre creemos que fueron mejores.
- Hay perfiles optimistas en que pese a ver valores peores comparativamente, se centrarán en aquellos positivos y lo contrario, pesimistas que se focalizarán en aquellos negativos pese a que la mayoría sean superiores.
Dicho esto, valorar la evolución del ritmo en función del tiempo, los picos de potencia, el umbral de potencia funcional o el ritmo sostenible de carrera, nos dará pistas sobre nuestra prestación estrictamente física de la competición que se acerca. Tener esta información repercutirá positivamente en nuestro estado de ánimo y en cómo afrontemos la carrera. Si no sabes por dónde empezar no te preocupes, puedes contratar una consulta conmigo y te ayudo a hacerlo ahora para que lo tengas para siempre.
-
Visualizar la carrera
Tanto si es la primera vez que participamos en esa competición como si ya lo hemos hecho en anteriores ocasiones, es interesante hacer un trabajo mental en que repasemos mentalmente lo que nos vamos a encontrar durante toda la carrera.
Vernos a nosotros mismos progresando en la competición, desde el inicio de la misma hasta cruzar con nuestro objetivo personal cumplido en la línea de meta, es un trabajo que podemos hacer previamente y ayuda a mejorar nuestra predisposición positiva ante la situación estresante a la que próximamente nos enfrentaremos.
Por otra parte, prever situaciones inesperadas que nos puedan hacer torcer el plan y cómo afrontarlas para solucionarlas, también nos puede ayudar a reducir la ansiedad y sentirse más preparado.
-
Equipamiento y maniobras técnicas
Cuanto más equipamiento y más complejo técnicamente es, mayor ansiedad podemos sentir por esta causa. Las maniobras que ello implican tampoco ayudan a reducir el nerviosismo previo.
Por ello, no es lo mismo lo que supone correr una carrera trail en que las zapatillas y la mochila como material son el único material o un triatlón en que tenemos gran cantidad de equipamiento con transiciones rápidas de por medio.Por ello, tener bien claro qué utilizaremos, que esté en perfecto estado, repasado por un profesional para que no falle en el momento clave de la temporada y haber practicado las maniobras técnicas para minimizar las pérdidas de tiempo en transiciones y demás, con una automatización de todo ello, nos dará una confianza y seguridad extra en nuestra participación.
-
Hidratación y nutrición
Tal y como me explicó un día Sandra Sardina, una correcta nutrición o hidratación no exime de un buen plan de entrenamiento pero un buen plan de entrenamiento tampoco nos permite obviar la importancia de una correcta nutrición o hidratación en carrera.
Si eres de los que puedes comer hasta un bocata de calamares en carrera seguramente este aspecto no te quita mucho el sueño ni te provoca mucha ansiedad. Sin embargo, si eres de los que tiene problemas digestivos, calambres, deshidratación,… probablemente tu estado mental estará alterado por esta causa.
Por ello, lo mejor es que contactes con un/una nutricionista que te haga entrenar estos aspectos para que luego en carrera tengas claro qué, cómo y cuándo tomar tus barritas, geles y bebidas isotónicas.
Si todos estos consejos anteriores no son suficientes, te aconsejo que visites a un psicólogo deportivo. Ellos te ayudarán a determinar el nivel de activación necesario, controlar y enfocar esos nervios, gestionar las emociones y en definitiva disfrutar más de esa situación en que, no lo olvides, tu mismo te has puesto y has elegido voluntariamente.
Imágenes creadas por Marc Tudó · TheOutdoorFeeling
Compra tu Stryd
¡Y llévate gratis tu plan de entrenamiento para media maratón trail por potencia!